Historia de la táctica

miércoles, 23 de octubre de 2013

Rosicky cumple ante su pasado

Ayer, 22 de octubre, se disputó uno de los partidos más llamativos y trascendentales de la tercera jornada de la Champions League, el que enfrentó al Arsenal con el Borussia Dortmund en Londres.

El partido del Emirates Stadium tenía 22 protagonistas, los elegidos por los entrenadores para saltar al terreno de juego y decidir qué equipo se quedaba con los tres puntos. No obstante, uno de ellos había esperado con especial emoción el encuentro, ya que se enfrentaban el equipo que le vio crecer (Borussia Dortmund), y el equipo que le vio madurar (Arsenal). Ya han sido suficientes las pistas para desvelar el nombre del futbolista, como no, Tomas Rosicky. El checo tiene en su mente tantos recuerdos del conjunto alemán como del inglés, ya que han sido los dos clubes en los que ha desarrollado su carrera.

Rosicky comienza su carrera profesional con 18 años en el Sparta de Praga. Su buen papel en la selección de República Checa (junto a Poborsky o Nedved participa en la Euro 2000), con tan solo 20 años, y los informes favorables que llegan desde la capital checa provocan que los grandes clubes europeos se interesen por él.

El joven futbolista tiene claro que quiere fichar por un equipoganador, pero que le ofrezca contar con minutos. Estas condiciones las cumplía el Borussia Dortmund, conjunto que había sumado numerosos éxitos en la segunda mitad de los 90, como la victoria en la Champions de 1997. Rosicky llega al club de Westfalia a en enero de 2001 para ser el buque insignia del proyecto.

En el verano de ese mismo año el Borussia ficha al compatriota de Rosicky, el delantero Jan Koller. La temporada fue un éxito y ganan la Bundesliga 2001-2002. Este título devolvió la ilusión a los de Dortmund, pero la situación económica de la entidad iba a cambiar, y consecuentemente la deportiva. Las siguientes campañas, el BVB iba a rubricar un papel más que discreto en la Bundesliga, quedándose lejos de los puestos europeos. En estos momentos Rosicky, afectado además por la marcha en junio de 2004 del entrenador Matthias Sammer, cree que juega para un club que no satisface sus pretensiones deportivas y comienza a pensar en una salida.

Rosicky abandonó el Borussia en mayo de 2006, con 25 años. El “pequeño Mozart”, como se le conocía, estaba llamado a ser uno de los grandes futbolistas de comienzos del Siglo XXI, por lo que la decadencia del club de la Cuenca del Ruhr le hizo cambiar de aires con el fin de aumentar su palmarés. Media Europa negociaba su fichaje, pero finalmente fue el Arsenal quien se hizo con sus servicios.

Los londinenses había sido finalistas de la Champions, la famosa final de París contra el FC Barcelona en 2006, y en 2004 y 2005 habían logrado alzarse con varios títulos domésticos (Premier League, como invicto, FA Cup y Community Shield). Además, Robert Pirés había hecho las maletas para jugar en el Villarreal, por lo que Wenger necesitaba un sustituto. El elegido fue Rosicky, un deseo del entrenador francés de hacía años. Por fin pudo ficharlo, eso sí, pagando cerca de 12 millones de euros.

Sin embargo, la mala suerte persiguió al checo. El Arsenal, desde su llegada, no ha logrado ni un solo título, entrando en una época, como la que atravesaba el Dortmund, de decadencia. Hay que añadir que, a pesar de su buena primera temporada, las lesiones comenzaron a maltratar a Rosicky, por lo que no jugaba con frecuencia.

Desde entonces Rosicky ha ido perdiendo protagonismo progresivamente en el panorama internacional del fútbol, aunque todavía su nombre es reconocido por la gran mayoría de los aficionados.

Nunca llegó a cumplir las expectativas que despertó al iniciar su carrera ni cuando fue contratado por el Arsenal, pero ayer, a sus 33 años, Wenger le necesitaba, y jugó un buen partido contra “su Dortmund”.

Wenger, con la baja de Flamini, decidió colocar a Ramsey y Arteta en el mediocentro, y a Özil y Wilshere en las bandas. Podría haber jugado Cazorla en la posición en la que lo hizo Rosicky, la mediapunta, pero el técnico galo otorgó la confianza al checo, que, como siempre, tenía la labor de conectar el ataque del equipo, hacer fluir su fútbol ofensivo.

Así, Rosicky saltó al terreno de juego entre emociones dispares, pero con el escudo del Arsenal en el pecho. El partido comenzó con el Borussia apretando al Arsenal, que no se encontraba cómodo en el campo. El juego no fluía, y los futbolistas de ataque, entre ellos Rosicky, no se asociaban. Con este panorama llega el minuto 24 y con ello el gol que adelanta a los visitantes. Ramsey pierde la pelota en el borde de su propia área y Mkhitarhyan, con espacio, no perdona y dispara suave al palo derecho de la portería de Szcezny.

El gol sube el marcador y el partido cambia por completo. Los jugadores del Arsenal conectan más fácilmente, pues también se mueven más rápido y de manera más correcta. Rosicky entra en juego desde la mediapunta, revolviéndose y cambiando la orientación del juego, o tocando en corto con las bandas, o buscando asociarse con Giroud. Pero el Dortmund aguanta atrás y sale rápido con un gran número de jugadores al ataque, por lo que Rosicky debe ayudar a defender esprintando largas distancias, prácticamente el largo del campo, y a su edad, eso supone un gran desgaste. Este cansancio es el que en ocasiones le hace ser impreciso.

En el mejor momento de los londinenses, que habían metido al Borussia dentro de su propia área, llega un balón rechazado por la defensa a la frontal del área. Rosicky baja la pelota con el pecho orientándose el balón para chutar con su pierna izquierda. El checo dispara potente y colocado a la madera izquierda, pero se topa con un defensa visitante que desvía el tiro. Era el minuto 37 y había sido la mejor oportunidad del Arsenal en la primera parte, hasta que 3 minutos más tarde Giroud firma el gol del empate.

Comienza el segundo tiempo y ya en el minuto 50, Rosicky ve una tarjeta amarilla por una falta sobre Mhkitaryan. Llegó tarde y arrolló al armenio en el centro del campo. La cartulina fue merecida.

El partido transcurrió con un ritmo muy alto, pero Rosicky supo aguantarlo, en parte, por el dominio “gunner”, gracias al que no tenía que desgastarse tanto en defensa. El 7 del Arsenal (número que luce desde su llegada) continuó moviéndose, con sus típicos amagos, y conectando con sus compañeros. La entrada de Cazorla en el terreno de juego modificó la posición de Rosicky en el campo, retrasándola unos metros. El fútbol ofensivo del Arsenal fluía con facilidad, por la gran cantidad de futbolistas de talento que se encontraban sobre el césped, mientras Rosicky cumplía su función de distribuir.

A pesar de que el Arsenal mejoró en la segunda mitad, los visitantes aprovecharon su oportunidad, y Lewandowski, acostumbrado a marcar en las grandes citas, puso por delante a los alemanes gracias a un fallo defensivo.

Finalmente, en el minuto 88 nuestro protagonista, Rosicky, fue sustituido por Gnabry, pero demostró que le queda físico y calidad para rato. La valoración del encuentro la da la afición congregada en el Emirates. Tanto ingleses como alemanes ovacionaron el trabajo de “el pequeño Mozart”, y brindaron un bonito homenaje a uno de esos jugadores que son tan difíciles de encontrar, por su imaginación desmedida con un balón en los pies.

A pesar del buen encuentro de Rosicky y del dominio “gunner” en la mayor parte del encuentro, el Dortmund hizo su tarea, lo que mejor sabe hacer, aguantar y salir velozmente al ataque. Así, dos despistes condenaron a los locales. El resultado final fue de Arsenal 1-2 Borussia Dortmund.

El pasado de Rosicky venció a su presente, pero él cumplió ante ambos. Su contrato con el Arsenal finaliza en el verano de 2014: ¿tendrá un nuevo destino en un futuro próximo? Parece que Wenger cuenta con él.


Con todo, al final del choque Rosicky recibió el cariño de uno de sus excompañeros y amigos en Dortmund, el portero Weidenfeller. El abrazo entre los dos veteranos futbolistas fue, sin duda, la imagen más emotiva del partido.  


sábado, 12 de octubre de 2013

Verona, de los libros al estadio

Verona pasaba desapercibida en el mundo hasta que un escritor inglés quiso que allí transcurriera la historia de dos jóvenes locamente enamorados. Shakespeare con su obra más conocida, Romeo y Julieta, puso, sin querer, a Verona a los ojos del planeta, atrayendo miles de visitante. ``Nada hay fuera de las murallas de Verona, decía Shakespeare, quien también dedicó a la ciudad su comedia Los dos hidalgos de Verona.

No obstante, pese a la fama que el dramaturgo inglés concedió a la pequeña ciudad, con el paso del tiempo el resto de ciudades del norte de Italia le robaron protagonismo. Milán, Turín o Génova crecían a pasos agigantados gracias a la industria y el comercio. Sencilla y con una apariencia más rural que sus vecinas, Verona ha mantenido su encantado, aunque en un segundo plano.

Pero Verona ha encontrado un nuevo motivo para ser trascendente en Italia. Lejos de la literatura de Shakespeare, el fútbol ha conseguido que la modesta ciudad de la región de Véneto recobre el protagonismo perdido. En un país en el que el balompié se vive con especial atención y pasión, que reúne a una gran cantidad de seguidores, Verona tiene el privilegio de contar con dos equipos en la máxima categoría, el Chievo y el Hellas.

El Chievo es un equipo que históricamente está acostumbrado a disputar las divisiones inferiores. Sin embargo, en la campaña 2000-2001 logra el ascenso a la Serie A, donde debuta el curso siguiente. Desde entonces, sólo ha participado una temporada en la Serie B, la 2007-2008, ascendiendo de nuevo ese mismo año. Además, hay que añadir que en la 2002-2003 el Chievo tiene su primera experiencia en competición europea, la UEFA, que también disputaría en la 2006-2007 al ser eliminado en la ronda previa de la Champions League. Las dos participaciones continentales no fueron exitosas para el equipo veronés y fueron eliminados en la primera fase en ambas ocasiones.

Asentados definitivamente en la Serie A, el objetivo de esta temporada es claro: no pasar apuros para salvar la categoría. Ello se debe conseguir con pocos recursos, y con un equipo sin nombres deslumbrantes.

Para lograr la meta impuesta, el club ha confiado en Giuseppe Sannino para dirigir al equipo. Sannino, que la campaña pasada fue destituido por el Palermo, ha comprendido las cualidades de su nueva plantilla. Sabe que el equipo que dirige escasea en futbolistas de especial talento en el medio campo, pero también que su mejor cualidad es la garra y la fuerza. Por ello, su objetivo es incomodar al rival y al robar el balón atacar rápidamente para lograr llegar al área rival en pocos toques, aprovechando todo el ancho del terreno de juego. Como muestran los datos, es un equipo con muy poco gol, sólo 5 en las primeras 7 jornadas, junto a Sassuolo y Catania son los conjuntos que menos anotan.

La estrella del Chievo es Paloschi. Un delantero de envergadura, que pelea todos los balones. Su principal virtud es la pillería, se mueve de manera inteligente para aprovechar cualquier pelota dividida, cualquier pase mal medido. Además, es un especialista en encontrar espacio en las defensas rivales, a lo que le ayuda su velocidad. Siempre atento al rechace y a todos los balones que entran en el área, sus dos goles contra el Napolés en la segunda jornada del Calcio son prueba fehaciente de su cualidades.

Principalmente Paloschi tiene dos socios en el ataque. En primer luegar, Cyril Thereau, delantero francés de 30 años que lleva desde 2010 en el club, aunque sin mucho protagonismo, pues ha estado eclipsado por el capitán, ídolo, e imagen del club, Sergio Pellisier. Este último comenzó a vestir la camiseta amarilla en el año 2000, en la 2001-2002 jugó para el SPAL 1907, y desde entonces sólo ha estado a los servicios del Chievo. Ya suma 34 años y se está pensando en su relevo. Por ello no ha comenzado la temporada de titular, sino ha sido Thereau quien ha tenido ese privilegio. Tanto el francés como el italiano comparten cualidades, son hombres de área, con una amplia lista de recursos para rematar, y para prolongar las jugadas. Eso sí, Pellisier tiene mejor golpeo de balón y mayor movilidad.

La competencia de estos dos futbolistas, pues Paloschi tiene el puesto asegurado, es Matteo Ardemagni. Canterano del Milán, fue prestado a varios equipos de la Serie C1 y equipos de la Serie B, hasta que en 2010 firma con el Atalanta un contrato por cuatro temporadas. El club de Bérgamo ha cedido al futbolista al Padova, al Módena, donde destacó con 23 tantos el pasado curso, y ahora al Chievo. A sus 25 años este espigado delantero sabe que ha llegado la hora de triunfar en un club de la máxima categoría y darse a conocer, aunque le está costando contar con minutos.

Uno de los futbolistas importantes de la plantilla es Marcelo Estigarribia, quien jugará en una banda. El ``Chelo´´ firmó con su nuevo club, cedido por el Deportivo Maldonado, dos días antes del final del mercado, por lo que su primera convocatoria ha sido en la tercera jornada. Es el jugador de mas calidad del centro del campo si está en forma.

Junto a Estigarribia debemos destacar a Tomasz Kupisz, joven talento polaco. Este extremo o volante formó parte del equipo B del Wigan hasta que en 2010 volvió a su país para vestir la zamarra del Jagiellonia Bialystok. Las tres temporadas que ha disputado allí ha destacado, debutando en la selección absoluta de su país. Así, los ojeadores del Chievo se fijaron en él y lograron cerrar su incorporación poco antes del cierre del mercado. A pesar de todo no ha debutado en la Serie A, pero puede ser importante en la segunda parte del campeonato, como jugador de refresco.

Otros cuatro centrocampistas son trascendentales en el sistema del entrenador: Perparim Hetemaj, Luca Rigoni, Ivan Radovanovic y Alessio Sestu.

Hetemaj es un futbolista de origen kosovar, pero desde muy joven reside en Finlandia, por lo que juega con esta última selección. Tras jugar en el Helsinki, abandonó en 2006 su país para dar un salto a su carrera, siendo contratado por el AEK de Atenas. En Grecia, donde también vistió la camiseta del Apollon Kalamarias se destapó como un futbolista talentoso, de gran polivalencia pues se desempeña tanto por las bandas como en el centro del campo o en la mediapunta. Esto hizo que llamara la atención del Twente holandés. Los Tukkers (como se conoce al Twente) estaban alcanzando el mejor momento de la historia del club, y en la temporada 2009-2010 ganó la Eredivise, siendo Hetemaj testigo de aquella hazaña. Sin embargo, poco duró su aventura en el fútbol holandés, pues en el verano de 2010 puso rumbo a Italia, concretamente al Brescia. Allí no pudo ayudar para que el equipo permaneciera en la Serie A. Para mantenerse al máximo nivel buscó un nuevo club en la Serie A, y el Chievo le dio la oportunidad. Parece que por fin Hetemaj ha encontrado un equipo permanente, ésta es su tercera temporada en Verona, y a sus 26 años, todavía puede destacar en el mundo del fútbol.

Uno de los futbolistas de mayor rendimiento del Chievo en los últimos años ha sido Luca Rigoni. Es uno de los líderes del vestuario, ya que luce el escudo del club desde el 2008. Aunque en su primera campaña (08-09), no tuvo casi presencia en el campo, desde la siguiente temporada es un fijo en el mediocentro. Conoce a la perfección el fútbol italiano, se formó en el Vicenza, llegó a ser jugador del primer equipo, y también ha jugado en la Reggina y el Piacenza. Además, fue internacional italiano sub-20. Destaca por ser un centrocampista muy completo, sacrificado, pero sin despreciar el tacto con el balón.

El compañero de Rigoni en el centro del campo está siendo el espigado Ivan Radovanovic. A pesar de haber cumplido recientemente 25 años, este futbolista serbio ya ha jugado en 5 equipos italianos (Atalanta, Pisa, Bolonia, Novara y Chievo). A Verona llegó este verano, ganándose la plena confianza del entrenador. Habitual en las convocatorias de la selección serbia, aúna experiencia con juventud, frescura y veteranía. Cubre amplias parcelas del campo, dejando a Rigoni con mayor libertad de movimientos, va muy bien de cabeza y al suelo, robando gran cantidad de balones. Se anticipa con facilidad.

Uno de los jugadores que se disputan la titularidad en una banda es Alessio Sestu. Este futbolista tiene de especial que nunca ha jugado más de una temporada en el mismo club. Gran parte de la culpa la tienen las numerosos cesiones que ha protagonizado. Esto ha provocado que se haya recorrido gran parte de Italia. Al Chievo llegó este verano, pero antes vistió los colores de Lazio, Sora, Modena, Treviso, Südtirol, Cittadella, Mantova, Salernitana, Avellino, Reggina, Vicenza, Bari y Siena. Parece que no termina de encontrar acomodo, pero cerca de cumplir los 30 años, Verona puede ser su ciudad definitiva. Por ahora está entrando en las alineaciones y están contentos con su rendimiento. Puede ser extremo o interior. De hecho es preferible que juegue a pierna cambiada porque tiene tendencia a buscar las diagonales y su buena visión de juego y potente disparo le convierten en un jugador peligroso en esa labor. Además, físicamente es un portento.

Hay que añadir que el centro del campo del Chievo cuenta con una de las jóvenes promesas de la selección italiana, el internacional sub-21 Riccardo Improta, cedido por el Genoa. Este jugador, que se desempeña generalmente por las bandas, destaca por su olfato de gol y sus centros bien medidos.

Por otra parte, la defensa que más ha destacado y a la que más ha recurrido Sannino es la formada por: Gennaro Sardo, Bostjan Cesar, Paul Papp y Boukary Dramé. Los laterales son Dramé por la izquierda y Sardo por la derecha. El primero destaca por su velocidad y experiencia. En España se le recuerda por su discreto paso en la temporada 2008-2009 por la Real Sociedad. Mientras, Gennaro Sardo es un lateral más espeso, pero regular. Conoce perfectamente el club, pues lleva en él desde el 2009. La pareja de centrales aporta, por parte de Cesar, veteranía, y, por parte de Papp, rapidez y soltura. El esloveno ha jugado en competiciones tan exigentes como la francesa (Olympique de Marsella) y la inglesa (West Bromwich), mientras que el rumano, a sus 23 años, fichó por el Chievo hace dos temporadas, llegando procedente del Vaslui.

Por último, la portería la ocupa Christian Puggioni. Hablamos de un arquero de 32 años que llegó a Verona en 2011, siendo el Chievo el equipo más prestigioso de todos los que ha jugado.

El otro club de la ciudad es el Hellas Verona. Esta escuadra ha intercambiado a lo largo de la historia la Serie A con la Serie B, aunque en la temporada 2006-2007 desciende a la Serie C1, categoría en la que permanece cuatro campañas hasta que asciende en la 2010-2011. Los dos cursos siguientes en la Serie B el Hellas volvió a consagrase como un equipo aspirante al ascenso, el cual se culmina la temporada pasada.

Un momento y un personaje son las causas por las que mucha gente conoce hoy en día al equipo veronés. El momento, el gol que George Weah (AC Milán) marcó al Hellas conduciendo el balón de área a área. El personaje, Preben Elkjaer, delantero danés de exquisita técnica que deslumbró al mundo del fútbol con la camiseta gialloblu, destapándose como una de las grandes estrellas de la década de los 80. Esta no es una opinión particular del escritor. En 1984 la revista France Football le otorgó el Balón de Bronce, y en 1985 el Balón de Plata. Además, fue Balón de Bronce del Mundial de México 1986 y segundo mejor jugador del mundo de 1985 para la revista World Soccer.

Con Elkjaer en el campo, el Hellas vivió su etapa más dorada. Ante todo pronóstico, el conjunto veronés ganó el Scudetto la temporada 1984-1985. El mediapunta danés no era el único jugador destacable. También fue trascendental el olfato goleador de Giuseppe Galderisi, con 11 goles en una liga de 16 equipos. Sorprendentes fueron los 9 goles del central alemán Hans Peter Briegel, que gracias a su poderío físico (le apodaban ``el tanque´´) dominaba el balón aéreo, siendo un seguro de gol a balón parado.

El Hellas quiere rememorar los éxitos del pasado, y aunque no cuente con futbolistas de la talla de Elkjaer, ha completado una plantilla de bastante interés.

La portería está bien cubierta gracias al brasileño Rafael, que a sus 31 años defenderá por sexta temporada el escudo del Hellas. El meta ha comenzado con buen pie la 2013/2014, pues es el mejor portero del campeonato con 46 paradas en siete jornadas. Además, el portero suplente es de garantías. El búlgaro Mihaylov (25 años), fichado este verano procedente del Twente.

La defensa es la línea más débil y en la que menos nombres se reconocen. En un equipo entregado al ataque, esto es comprensible. Aunque el míster, Andrea Mandorlini (famoso futbolista italiano en los 80), ha contado en lo que llevamos de Serie A con distintas alternativas, cuatro hombres son los que más destacan. Por una parte, Fabrizio Cacciatore, lateral derecho de 26 años que estuvo cedido la temporada pasada por la Sampdoria. Durante toda la campaña fue un fijo en el once, y por ello el Hellas ejerció este verano la opción de compra que guardaba sobre el defensor.

El lateral zurdo lo ocupa Michelangelo Albertazzi, jugador de 22 años formado primero por el Bolonia y por el AC Milán en etapa juvenil. La 2011-2012 fue cedido por los rossoneri al Getafe, donde no disponía de minutos. Luego fue cedido al Varese y la temporada pasada al Hellas. El club veronés lo ha adquirido este verano, repitiendo el caso de Cacciatore.

El centro de la zaga del Hellas está cubierta por dos hombres experimentados. Uno de ellos es Vangelis Moras, de 32 años. Este defensor griego comenzó su carrera en su país natal, destacando sus cuatro temporadas en el AEK Athenas. En 2007 abandonó el equipo ateniense para vivir su primera experiencia italiana, en el Bolonia. Allí vivió cuatro buenos años, pero decide seguir creciendo en el fútbol inglés, concretamente en las filas del Swansea. En el conjunto galés no tuvo tanta suerte como en sus anteriores equipos, por lo que vuelve a Italia de la mano del Cesena, donde recuperó las buenas sensaciones. Su altura y su porte, junto con su precisión en el marcaje convencieron a los técnicos del Hellas Verona para que la temporada 2012-2013 fuese una de las piezas clave del proyecto del ascenso. Él devolvió la confianza con buenas actuaciones, y en la Serie A sigue manteniendo el buen nivel demostrado anteriormente.

Su pareja, Domenico Maietta es un central de larga trayectoria, que inicia su cuarta temporada en el club. Se formó en la Juventus, siendo habitual en las concentraciones de las categorías inferiores de la selección italiana. Sin embargo, desde 2001 dejó de participar en las selecciones inferiores y dejó la Juventus. Desde entonces no ha vestido la camiseta de ningún equipo de gran relevancia, sin probar suerte lejos de Italia. Su momento le ha llegado, a los 31 años, en la zaga del Hellas Verona en la Serie A. Su rigurosidad y buen juego aéreo le avalan.

El centro del campo combina contención con creación. De lo primero se encarga Rómulo, un brasileño que llegó al viejo continente hace dos temporadas, a la Fiorentina. En su paso por el conjunto viola demostró ser un futbolista contundente y de gran poderío físico, de claro corte defensivo, que con el balón en los pies hace lo justo y necesario, controlar y pasar. Hay que añadir su polivalencia, pues también ha llegado a ser alineado en el lateral derecho.



Al igual que Rómulo, otro encargado de destruir el juego del rival es Ezequiel Cirigliano. Este centrocampista de 21 años ha sido pretendido por grandes clubes de Europa, pero el club al que pertenece, River Plate, ha decidido cederlo a un equipo que le aporte minutos. Habitual en las categorías inferiores de la selección argentina, en un futuro será el mediocentro de la albiceleste.

Otros dos futbolistas de brega que tiene el Verona son Emil Halfredsson y Massimo Donati. El primero es un jugador islandés de 29 años, pieza clave del ascenso. A Verona llegó cedido por una temporada por parte de la Reggina, pero tras sus buenas actuaciones el conjunto veronés adquirió la ficha completa del futbolista. Por su parte, Donati, a sus 32 años, es un mediocentro muy conocido en el Calcio. Ha jugado en numerosos equipos de la Serie A a préstamo por el AC Milán. Su única experiencia en el extranjero fue desde 2007 a 2009 en las filas del Celtic de Glasgow. La temporada pasada jugaba con el Palermo, pero al descender el equipo, fichó este verano por el Hellas.

La creación es tarea de los futbolistas de mayor talento que se han incorporado este verano. Uno de ellos es Bosko Jankovic. El serbio se formó en el Estrella Roja, para en 2006 jugar en el Mallorca, donde sorprendió a todos con su olfato goleador. Al dejar las Baleares se marchó a Italia, primero al Palermo y luego al Genoa, permaneciendo allí 5 campañas. Su verticalidad, visión de juego, y potente disparo son lo que diferencia a este futbolista, un mediapunta o volante que se adapta bien a cualquiera de las posiciones del ataque.

El toque juvenil del equipo lo ponen Jorge Luiz Frello y Jacopo Sala, ambos nacidos en 1991. Jorginho es brasileño de nacimiento, pero reside desde temprana edad en Italia. Se formó en el Hellas Verona, debutando en 2011 con el primer equipo. Temporada tras temporada aumenta el número de partidos disputados, y esta campaña está pisando el césped con frecuencia. Frello llegó a debutar con la selección italiana sub-21, al igual que lo ha hecho Sala, quien dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol en el Atalanta. No obstante, los ojeadores del Chelsea vieron en él cualidades de buen futbolista, por lo que se lo llevaron a Londres. Al ver que no gozaría de oportunidades en Stamford Bridge, se dirigió a Alemania, al Hamburgo, en busca de minutos. No obstante, allí tampoco tuvo el protagonismo deseado durante las dos temporadas que vistió la camiseta del conjunto alemán. Así, este verano ha vuelto a su país natal, a Verona, con la esperanza de contar con las oportunidades que le hagan explotar definitivamente. Estos dos futbolistas tienen un perfil parecido, son interiores que no desprecian pegarse a la banda porque cuentan con buena técnica y velocidad. Además, se incorporan a las jugadas de ataque con facilidad.

La voz de la experiencia en la parcela ancha del campo la tiene Marco Donadel, de 30 años. Se formó en el AC Milán, equipo que lo cedió al Lecce, Parma y Sampdoria. En 2005 firma por la Fiorentina donde se convierte en un futbolista importante e ídolo de la afición. Vistió de viola hasta 2011, cuando el Nápoles se hace con sus servicios. Sin embargo, no ha contado con los minutos que espera tener y la solución este verano ha sido cederlo al Hellas Verona, donde por ahora tampoco está siendo trascendental. Sin embargo, gracias a su compromiso y virtudes se ganará los minutos a pulso.

Por último, el centro del campo gialloblu también cuenta con otro brasileño, Martinho. Este jugador sería conocido en Inglaterra como un ``box to box´´. Su velocidad y físico le ayudan a cubrir grandes parcelas del terreno de juego y ser capaz de incorporarse rápido tanto en un área para atacar como en el otra para defender. Aterrizó en Italia con 22 años de la mano del Catania en 2010. Tras cederlo primero al Cesena y luego al Hellas, éstos lo adquirieron en propiedad y ahora, a sus 25 años, es una pieza importante de la plantilla.

Donde más destaca la plantilla del Hellas es en la delantera. El gran reclamo es Luca Toni. El experimentado delantero, de 36 años, mantiene el gol en sus botas, o más bien en su cabeza. Dos testarazos suyos fueron suficientes para que en la primera jornada de la Serie A el Hellas venciera por 2-1 al AC Milán. Su 1,93, junto a su capacidad para adelantarse al rival, hacen estragos en las defensas. De ello ya se han favorecido la Fiorentina (05-07; 12-13), el Bayern Münich (07-10), la Roma (2010), el Genoa (10-11), la Juventus (11-12), o el Al-Nasr árabe (2012). Aunque queda lejana la Bota de Oro que logró en la temporada 2005-2006, siempre es un placer ver entrar al incombustible Luca Toni en un terreno de juego.

Toni bien podría parecer el padre del resto de atacantes, como Samuele Longo y Daniele Ragatzu, ambos de 21 años. Longo viene cedido por el Inter de Milán, aunque la temporada pasada jugó en el Espanyol, también a préstamo del Inter. Por su parte, Ragatzu ha vestido en cuatro campañas la camiseta del Cagliari, y ha estado cedido en el Gubbio y Pro Vercelli. Son delanteros muy parecidos, ágiles, casi segunda punta, un perfil muy distinto al de Luca Toni, por lo que son su complemento. Sin embargo, ninguno ha disputado un solo minutos en las siete jornadas de Serie A disputadas, pues la competencia es muy alta.

A ellos se unió un fichaje de última hora, Juan Manuel Iturbe. El atacante argentino llega cedido del Oporto para toda la temporada. Los italianos se guardan una opción de compra sobre el punta de 8 millones de euros. Esta incorporación da un salto de calidad a la plantilla. Con un técnica envidiable, Iturbe llega con ganas de destacar en el fútbol europeo, después de una cesión en River Plate, y hacerse un hueco en el Oporto para el siguiente curso.

Las nuevas incorporaciones tienen la competencia de Daniele Cacia, que parte con desventaja. Él fue el gran artífice del ascenso, siendo el goleador de la pasada Serie B con 24 goles por delante de Matteo Ardemagni. Otro jugador a tener en cuenta es Juan Ignacio Gómez Taleb, quien ha contado con la confianza del entrenador en las primeras jornadas. Este futbolista argentino de 28 años ofrece mucho sacrificio y su verticalidad le convierte en un hombre de peligro. Se desempeña como extremo.

En la 13º jornada (23-24 de noviembre) de la Serie A, el Marcantonio Bentegodi de Verona será una gran fiesta, pues de nuevo se jugará el Derby della Scalla, entre Hellas y Chievo. El nombre que se le otorga a este partido proviene de la familia Scaliger, aristócratas que gobernaron Verona en los siglos XIII y XIV.

Más de una década hace que no se disputa un derby en Verona. El último fue en la temporada 2001-2002. Era el primer curso en el que ambos conjuntos disputaban un derby en Serie A, pues era la primera campaña del Chievo en la máxima categoría. En la primera vuelta ganó el Hellas, en la segunda, el Chievo. Finalmente, esa temporada el Chievo se salvó, mientras que el Hellas de Oddo, Camoranesi, Gilardino y Mutu descendió de categoría. Desde aquella temporada no han vuelto a coincidir en competición, siendo el Chievo el club que más ha destacado desde entonces.

Antes del primer encuentro en Serie A, disputaron 8 derbys en Serie B (94-95, 95-96, 96-97, y 98-99) repartiéndose el número de victorias en tres y firmando dos empates.

Esta temporada se volverá a vivir en el Bentegodi la emoción de un derby. No obstante, este estadio que ahora alberga los partidos de ambos clubes, va a dejar de celebrar los partidos del Chievo, ya que los ``asnos voladores´´ (llamados así desde que juegan en Serie A, ya que los aficionados del Hellas decían que el Chievo jugaría en Primera cuando los asnos volasen) tienen la intención de construir un nuevo estadio, de unas 40.000 butacas, que se denominará Luigi Delneri Stadium. Por lo tanto, será todo un homenaje al entrenador que más ha aportado a la historia de la entidad. 55 millones de euros es la cantidad que se maneja para la elaboración del proyecto.


En conclusión, estas dos entidades han devuelto el protagonismo a Verona, aunque ambos equipos llevan de momento caminos dispares. El Chievo ha sumado 4 puntos en 7 jornadas, posicionándose al borde del descenso, mientras que el Hellas, con mejor plantilla, es 5º con 13 puntos. Esperemos ver a ambos conjuntos lo más arriba posible en la clasificación y que el curso que viene se vuelva a disfrutar en Verona de un Derby della Scalla en la máxima categoría.