San Petersburgo, la segunda ciudad en importancia del país
más extenso del mundo, cuyo centro fue declarado patrimonio de la humanidad por
la Unesco, y testigo de las grandes revoluciones que cambiaron Rusia, puede
volver a ser protagonista, esta vez en el mundo del fútbol.
Todos los medios se han hecho eco de las últimas
contrataciones del club celeste. Por una parte, Hulk, el potente delantero
brasileño llega procedente del Oporto por 60 millones de euros, firmando un
contrato de 5 campañas. Por otra parte, y con la misma duración de contrato, el
centrocampista belga Axel Witsel, pretendido por el Real Madrid, llega desde el
Benfica por 42 millones para llevar la batuta del equipo. Estos fichajes
impulsan aún más el nivel del fútbol ruso, que gracias a los petrodólares
continúa acercándose a las mejores ligas del viejo continente. Eso bien lo
saben en San Petersburgo, pues Hulk y Witsel llegan de la mano de Gazprom, la
mayor compañía de gas natural del mundo, empresa que desde 2005 es la máxima
accionista del club.
Las nuevas incorporaciones dan un importante salto de
calidad a una plantilla de por sí competitiva, con nombres como Bruno Alves,
Criscito, o Danny. Esta temporada los hombres de Luciano Spalletti tienen una
gran oportunidad para hacer un papel importante en la Liga de Campeones y
volver a las primeras páginas del panorama europeo, tras haberlo hecho en la
2007/2008, cuando se proclamaron campeones de la Copa de la UEFA y de la
Supercopa de Europa. Encuadrados en el grupo C con AC Milán, Málaga y
Anderlecht, el Zenit puede pelear el 1º puesto del grupo al teórico favorito,
el Milán, aunque el objetivo prioritario debe ser clasificarse para octavos,
eliminando a un mermado Málaga y al Anderlecht, el equipo más flojo del grupo.
Ya en plena competición doméstica, han logrado 16 puntos de
21 posibles, siendo los líderes de la liga regular, título que han alzado en
las dos últimas ocasiones.
Además, el Zenit dará un gran impulso en lo que a la masa
social se refiere, ya que se prevé que en 2015 sea terminado el Zenit Arena, financiado
por Gazprom, con capacidad para 69.000 espectadores, y que será una de las
sedes del Mundial de Rusia de 2018. Con ello, dejarán atrás el antiguo estadio
multiusos Petrovsky, que sólo tenía una capacidad para 22.000 hinchas.
En definitiva, los aficionados del Zenit vuelven a soñar con
codearse con los mejores de Europa, gracias al dinero del gas natural. Hulk y
Witsel son los nombres de la esperanza.