El Kaiserslautern será la temporada que viene equipo de
2.Bundesliga, categoría a la que retornara después de dos campañas junto a los
mejores conjuntos. Con una plantilla muy limitada y un fútbol muy poco
vistosos, los diablos rojos alemanes fueron decayendo poco a poco en la
competición, hasta ocupar el último lugar de la tabla. Ahora, descendido
matemáticamente sólo podemos recordar su última gran hazaña, ser campeón de la
Bundesliga en la 97/98 siendo un recién ascendido.
Uno de los mejores defensas de la historia, Andreas Brehme,
daba sus últimos pelotazos en un campo de fútbol jugando en el Kaiserslautern.
Lo que él no sabía era que se iba a encontrar con un ascenso, el de la
temporada 96/97, a la Bundesliga. El Lautern fue campeón de la competición, a
diez puntos del segundo y el tercero, el Wolfsburgo y el Hertha de Berlín. En
aquel equipo no sólo destacaba la presencia de Brehme, sino también la del
técnico, Otto Rehhagel, que había entrenado al Bayer Münich o el Werder Bremen.
Tras el ascenso, el objetivo era mantenerse en la máxima
categoría. El Bayern de Münich de Kahn,
Matthäus o Scholl, entrenado por
Trapattoni, defendía el título, y parecía el favorito indiscutible. Sin
embargo, los bávaros se encontraron desde el comienzo con un rival inesperado,
el ascendido Kaiserslautern.
Así, los del oeste de Alemania ofrecían un buen fútbol y
fueron destacándose varias figuras, como la del delantero Olaf Marschall, que
terminaría la competición con 21 goles, uno menos que el máximo goleador, Ulf
Kirsten del Bayer Leverkusen.
Otra de las piezas clave en la plantilla fue un joven
centrocampista llamado Michael Ballack, que debutó con 20 años. Ballack llegó a
disputar 16 encuentros ese curso.
Todo ello fue el camino para la mayor fiesta que ha vivido
el club en su historia. El 2 de mayo de 1998 el Wolfsburgo visitaba el Fritz-Walter
Stadion. Una victoria de los locales y un tropiezo del Bayern le daba el título
al Kaiserslautern, en la penúltima jornada. Finalmente, el encuentro acaba con
una apabullante 4-0 a favor del conjunto dirigido por Rehhagel. Al mismo tiempo
se certificaba el empate sin goles de los de Münich en Duisburgo, por lo que
los de Kaiserslautern se proclamaban campeones de la Bundesliga 97/98.
Andreas
Brehme en los terrenos de juego, siendo la camiseta roja la última que
vestiría.
El Kaiserslautern jugó la temporada siguiente la Champions
League, cuajando un gran papel, ya que llegaron hasta cuartos de final, cuando
fueron eliminados por el Bayern de Münich.
Los diablos rojos no pudieron mantener el nivel de competición,
pues no era un club pudiente económicamente, vendiendo a sus piezas más
importante, pero sí se asentaron en la Bundesliga, hasta que en la 2005/2006 se
consuma un nuevo descenso.
Esta es la historia conocida como el milagro de
Kaiserslautern, para el disfrute de los amantes del balompié. Esperemos que el
Lautern vuelva los antes posible a donde se merece.
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