En los terrenos de juego actuales podemos ver como los futbolistas nos maravillan con sus espontáneas genialidades, o como un equipo se coloca perfectamente sobre el césped sin dejar un espacio libre al equipo contrario. Para poder presenciar estos espectáculos, el fútbol ha tenido que evolucionar , desde su nacimiento hasta hoy, gracias a talentosos entrenadores y futbolistas que, en su momento, cambiaron la manera de jugar a este deporte o, sencillamente, conseguían que creciera el número de seguidores. Jugadores como Dizzy Dean, Stanley Matthews o Matthias Sindelar han hecho que el fútbol sea, hoy en día, el deporte Rey.
Matthias Sindelar golpeando un balón. |
El caso de nuestro protagonista es un tanto especial, ya que le tocó vivir en una época en que el fútbol estaba condicionado por el poder de los fascistas europeos (Mussolini, Hitler y Franco). Si a esto añadimos que Sindelar proviene de una familia judía y con ideología social-demócrata y que era de nacionalidad austriaca, al ''Hombre de papel'', como lo conocían por su complexión delgada, se le hacía complicado desplegar toda su calidad en los terrenos de juego, debido a diversas amenazas.
Sindelar fue víctima del poder del fascismo en la Copa del Mundo de 1934 disputada en Italia, que estaba bajo el poder del ''Duce'', el cual tenía la posibilidad de dar una imagen a sus compatriotas que mostrara a Italia como una gran nación en apogeo, pero, para ello, la selección nacional debía hacerse con el trofeo. La selección austriaca se cruzó con los italianos en las semifinales. El ''Wunderteam'', así se conocía a aquella selección austriaca, era el favorito para alcanzar la final. Mussolini se encargaría de que el arbitro de ese partido, el sueco Ivan Eklind, al que el mismo había designado, hiciera todo lo posible para que Italia derrotara a Austria. El desarrollo del partido dejó claro el amaño, puesto que el juego duro de los italianos no fue sancionado. El resultado del encuentro fue de 1-0 a favor de la ''Squadra Azzurra'', con gol en fuera de juego. Italia se haría con el torneo tras vencer en la final a Checoslovaquia en un partido que, nuevamente, arbitraría Ivan Eklind.
El mundo del deporte seguiría siendo salpicado por el fascismo en las Olimpiadas de 1936 que tuvieron lugar en la Alemania nazi. Hitler tuvo que ver como Jesse Owens, un estadounidense negro se hacía con 4 medallas de oro, entre ellas la de los 100 metros lisos. Sin embargo, el Führer se contentaba con que la selección alemana de fútbol consiguiera la medalla de oro ante la inferior Hungria, que terminaría llevándose el oro. Este hecho hizo que Hitler, tras la anexión con Austria en 1938, se propusiera conformar la selección alemana de fútbol con los mejores futbolistas del Wunderteam austriaco.
El mejor delantero del momento, Sindelar, se niega a jugar para favorecer a los nazis porque era contrario a su ideología, y porque habían expulsado de su club, el Austria Viena, a todos los funcionarios que no fueran de raza aria.
Ante la extinción del Wunderteam, se disputa un partido amistoso entre Austria y Alemania, en el que se había acordado una victoria de ''Die Mannschaft'', por lo que ''El Mozart del fútbol'' (otro apodo para Sindelar) se dedicaba a driblar a los rivales, recorriendo todo el campo con una facilidad pasmosa, y fallaba cuando chutaba a portería y se resignaba haciendo gestos con la cabeza, como queriendo decir ''no no''. Sin embargo, el la segunda mitad Sindelar, que no soportaría más la situación,marcaría el primer gol de los austriacos y su mejor amigo, Karl Zischek, el segundo. Para celebrar el segundo gol, los dos amigos se dirigieron hacia al palco de honor, donde se encontraban las personalidades destacadas de los nazis, y comenzaron a bailar. Este gesto fue considerado de desafío y Sindelar fue investigado por la Gestapo tras ese momento.
Este fue el último partido de '' El Hombre de Papel'' con la camiseta austriaca, la que se enfundó por primera vez con 16 años y marcaría 27 goles en 44 partidos. Además, debido a que era perseguido por la Gestapo no volvería al Austria Viena con el que ganaría 3 copas de Austria en sus 3 primeras temporadas, debutando con sólo 15 años.
El 23 de de enero de 1939 Sindelar y su novia, la italiana Camilla Castagnola, fueron a dormir. La pareja no volvería a despertar, puesto que murieron por inhalación de gas. Se han barajado varias hipótesis sobre su muerte. Hay quienes piensan que se suicidó porque no podía volver a jugar al fútbol, y hay quien deduce que fue asesinado. Fuera como fuese los nazis (indirecta o directamente) fueron quienes mataron a este magnífico delantero que flotaba, como una hoja de papel, sobre el tapete de juego, haciendo disfrutar a la afición ,incluso la rival, de sus novedosos regates.
El pueblo austriaco decidió nombrar a Matthias Sindelar el mejor deportista nacional de siglo XX y, como no iba a ser de otra forma, le recuerda cada aniversario de su muerte.
Como dijo Bill Shankly:“El fútbol no es una cuestión de vida o muerte: es mucho más que eso.”
Ya sabes lo mucho que adoro este artículo. De hecho, en alguna ocasión fue mi 'protagonista' ;) Ánimo, gran blog. PD. Perfecta la foto de fondo, color albiceleste.
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