Ayer Milan y Nápoles se enfrentaban en San Siro en el duelo por la primera plaza de la Serie A. El Milan llegaba como líder, pero a sólo tres puntos acechaba el Nápoles, que estaba dispuesto a asaltar San Siro.
El partido era más importante que en términos de clasificación. El Nápoles podía volver al liderato de la Serie A y colocarse como favorito al título, algo que no sucedía desde la marcha de Maradona. Además, en Italia es conocida la rivalidad entre el sur y el norte, por lo que todo el sur unía fuerzas para conseguir la victoria del equipo napolitano, y así volver a situar a un equipo sureño como candidato al Scudetto. Con todo, el conjunto del San Paolo tenía la oportunidad de volver a hacer soñar a muchos aficionados.
A todo esto, los jugadores saltaban al césped de San Siro, estadio de la ciudad de Milán, en el que fluían las pasiones rossoneras y celestes. Los tifossi milaneses habían preparado un verdadero infierno para los jugadores del Napoli.
El Milan salía con Robinho, Pato, Ibra y todo su arsenal, mientras que en los partenopei la única ausencia era Lavezzi por sanción. El partido había levantado muchas expectativas, llamando la atención de todos los medios deportivos y de aficionados del fútbol de todo el mundo.
La primera parte se traduce en llegadas, algunas peligrosas, del Milán, pero que la defensa napolitana despejaba lejos de De Sanctis. Por su parte, el Napoli no encontraba la manera de hacer daño a la defensa rossonera. Sólo buscaban balones largos a Cavani, que no tuvo su noche, y Hamsik que probaba con disparos lejanos, sin éxito.
El partido llega al descanso, y cerca de San Siro los seguidores del Inter estaban expectantes por ver el resultado final, ya que de ganar el Nápoles se colocarían a sólo dos puntos del liderato compartido por Milán y Napoli.
En la segunda mitad el Milán tiró de galones. Demostró que la experiencia de sus jugadores es trascendental, que tiene una delantera muy poderosa (Ibra, Pato, Robinho), que su fútbol no era vistoso, pero sí efectivo, y que no eran líderes por casualidad.
El equipo de Berlusconi se adelantaría con un penalti por mano de Aronica transformado por Ibrahimovic. Luego Pato asiste a Boateng para abrir brecha en el marcador y el propio Pato sentencia el partido. En todo este segundo periodo, los de Walter Mazzarri fueron meros espectadores del juego de Il Diavolo que se colocaría líder en solitario a 5 puntos de su máximo rival, el Inter. Mientras que el Nápoles, que debe luchar por disputar la Champions, queda relegado al tercer lugar a 6 puntos de los de Allegri.
Siento la derrota, que no deja contenta tu pasión italiana.
ResponderEliminaryo en realidad soy del Parma pero queria q ganara el Napoles, un equipo del sur
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