Hoy se ha disputado en la ciudad de Belgrado uno de los derbis más calientes del fútbol, el FK Partizán de Belgrado contra el Estrella Roja de Belgrado.
El conocido como ``derbi eterno de Belgrado´´ se caracteriza por su violencia, debida a la rivalidad que se tienen jurada ambas aficiones. Por ello, una gran cantidad de policías y bomberos, por miedo a que ardan (literalmente) las gradas velan por la seguridad de los asistentes.
El de hoy era un partido de copa, semifinales, pero no iba a faltar el ambiente. Hinchas tanto de uno como de otro equipo se dieron cita en el Stadion Partizana llenando las 32.710 localidades y sin parar de animar.
El partido comenzó eléctrico. En el primer minuto el Crvena Zvezda (Estrella Roja) tuvo la ocasión de adelantarse mediante un balón colgado desde la izquierda pero que el jugador rojiblanco remató desviado con el interior del pie. No obstante, dos minutos más tarde un remate lejano, frontal a la portería, de Smiljanic (ex del Espanyol), lo llega a peinar Prince despistando al portero y consiguiendo el 1-0. Los defensas del equipo entrenado por Prosinecky reclamaban erróneamente el fuera de juego.
Este gol tan tempranero animó a los aficionados del Patizán que saben muy bien lo importante que es ponerse por delante en un partido como este, que lleva celebrándose sin interrupción desde 1945, año de fundación de ambos clubes.
A pesar del gol, el partido entró en un periodo de calma, con tímidas llegadas de ambos equipos, pero mostrando un futbol de toque con el objetivo de la meta contraria.
En el Partizan el jugador de referencia era el autor del gol, Prince, que siempre buscaba el desmarque de ruptura para recibir un balón al espacio y aprovechar su velocidad.
El encuentro transcurría sin sobresaltos hasta que en el minuto 25 aparece un balón suelto a la izquierda del área del Partizan para que el atacante del Zvezda intente batir por bajo a Vladimir (portero), pero éste sacó una prodigiosa pierna desviando el balón.
A la media hora de partido llegarían las primeras amarillas del partido, ambas para jugadores del Estrella Roja, Koroman y para Miletic, por protestar la tarjeta a su compañero. Una jugada más tarde Babovic veía la primera cartulina del Partizan por una entrada a ras de suelo.
El jugador más activo del Crveno-beli, Koroman, buscaba el tanto del empate, pero sin suerte.
El partido se preparaba para llegar al descanso y el club albinegro intentaba abrir brecha en el marcador mediante alguna contra, pero los fuera de juego y la defensa del Estrella Roja no se lo permitían. Sin embargo, serían los visitantes los que casi logran el empate.
Los jugadores a vestuarios y el público disfrutaban del buen fútbol, sin agresividad, que demostraba cuáles son los dos equipos que dominan la competición serbia. Además, seguramente habrían muchos ojos relacionados con el entorno futbolístico pendientes de los jugadores de la cantera serbia, que siempre ha aportado talentos al futbol europeo, como Pancev, Savicevic o el propio entrenador del Estrella Roja (ex del Real Madrid y del Barcelona), Prosinecky. Uno de los jugadores más observados en el partido era una de las nuevas promesas del fútbol serbio, el centrocampista de los sepultureros (como se conocen a los del Partizan) Radosav Petrovic.
La segunda parte se inició con una oportunidad para el Partizan pero una gran intervención del portero de los Delije echó por Tierra las aspiraciones del equipo local. Unas jugadas más adelante hay una falta, a favor del Partizan, desde la derecha a media distancia, que remata con un cabezazo certero Prince al fondo de las mallas. Los Grobari celebraban que su equipo habría brecha en el marcador encendiendo unas bengalas, provocando una nube de humo densa que dificultaba la visibilidad. Por ello, el colegiado se vio obligado a parar el partido durante cerca de cinco minutos. Esto es algo normal en los derbis de Belgrado.
A partir de aquí el partido fue un mero trámite. Tarjetas para ambos conjuntos. Oportunidades no trascendentales tanto para unos como para otros. Y un carrusel de cambios en el que ingresaron dos jóvenes promesas: Lazovic por el equipo del pequeño Maracana (como se denomina al estadio del Crvena Zvezda) y Adiyiah, joven ghanés del Partizan.
Después de cinco minutos de descuento el encuentro finalizó normalmente, demostrando ambas hinchadas que estos partidos no son sólo un ring de combate.
La victoria de los pupilos de Stanojevic deja claro que continúa su hegemonía en Serbia, ya que ha ganado los tres últimos campeonatos ligueros y en el actual, después de 18 jornadas, es líder con cinco puntos de ventaja sobre su rival de hoy.
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