Sebastian Giovinco, ese es el nombre del joven de 24 años que se ha convertido en el ídolo de la parroquia parmesana.
El jugador turinés se formó en la cantera de la Juventus, pero ante la falta de oportunidades probó en el Empoli, hasta jugar cedido la temporada pasada en el Parma. Allí demostró que podía jugar a un alto nivel, siendo el gran artífice de la salvación de su equipo. Por ello, este verano la Juventus quiso volver a hacerse con sus servicios, pero el Parma ejerció la opción de compra que tenía sobre el jugador y Giovinco aceptó gustoso el contrato con los parmesanos. ``La hormiga atómica´´ sabía que tenía una oportunidad única de gozar de minutos y demostrar su calidad para hacerse un nombre entre los grandes.
Así, la temporada no ha podido empezar mejor para Giovinco, 5 goles en 5 encuentros, liderando la lista de goleadores de la Serie A. Además, sin él su equipo no hubiera sumado un solo punto, ya que ha marcado todos los tantos de su equipo menos uno. Gracias a su buen hacer, el Parma es 12º con 6 puntos.
Además, este joven es habitual en las convocatorias de la selección italiana.
En el país transalpino saben que es un jugador diferente, dotado de una imaginación y una visión del juego que pocos poseen, con una velocidad vertiginosa, una técnica exquisita y una definición letal. A todo ello se le añade que su físico le ayuda para desenvolverse entre los rivales y llegar con facilidad a portería. También cabe destacar su polivalencia, ya que se coloca en cualquier zona del ataque, teniendo mucha movilidad y dinamismo. En fin, jugador peligroso donde los haya, que posee talento a raudales.
Por todo ello, la Juventus de Turín, que todavía posee la mitad de sus derechos, pretende incorporarlo en el mercado de invierno a cambio de Amauri, pero se antoja muy complicado porque las exigencias del Parma son amplias y Giovinco está feliz en la ciudad. Además, la Juve ya tuvo la oportunidad de disfrutarlo y la desaprovecho.
Esta hormiga atómica tiene hambre de leopardo, y no tardará en llegar la temporada en que destaque en un grande del viejo continente.
Giovinco puede que tenga el mismo problema que Di Natale, si los sacas de dónde están a gusto y del lugar en el que son protagonistas; rinden menos y se hacen más vulgares.
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