Nadal, ¿Por qué no?

Tras la salida de Michael Laudrup del Mallorca por sus diferencias con el presidente, Serra Ferrer, se están barajando en la isla diferentes nombres para ocupar el banquillo del Iberostar.

Entre otros, Luis Aragonés tenía muchas papeletas para emprender su tercera etapa en el conjunto bermellón, tras haberlo entrenado en la 2000-2001 y la 2003-2004, llegando a clasificar en 3º posición en la primera de estas temporadas. Sin embargo, las pretensiones del ``Sabio de Hortaleza´´ han desbaratado las opciones de su vuelta.

Otro entrenador que suena con fuerza es Joaquín Caparrós, quien después de perder el banquillo de San Mamés en las elecciones y huir del Neuchatel se encuentra sin equipo. Pero los 1,4 millones que pretende cobrar el técnico andaluz parecen excesivos a los administradores del club. No obstante, el periódico AS señala que podría firmar el lunes, pues Jokin ya ha llegado a un acuerdo con Serra Ferrer, por lo que sólo falta el sí de los administradores.

También, otros técnicos en cartera son Louis Van Gaal, Miguel Ángel Lotina o Míchel.

Pero, a todo esto, ¿nadie ha pensado en Miguel Ángel Nadal? Tras la destitución de Laudrup se ha quedado a los mandos del equipo, y se tendrá que sentar en el banquillo del Reyno de Navarra para dirigir al Mallorca frente a Osasuna. Pero ningún medio de comunicación lo perfila como sustituto de Laudrup. Nadal comenzó su carrera deportiva en el Mallora en 1986, jugando durante 5 años, ya que en 1991 se marcha al Barcelona donde permanecerá hasta 1999, cuando vuelve a la isla para cerrar su carrera deportiva en 2005. En total, vistió la camiseta rojinegra durante 11 campañas.  Por ello, es un conocedor absoluto del club mallorquín, siendo natural de Manacor (Mallorca), por lo que da el perfil ideal en este sentido. Quizás, un punto en contra suya es su inexperiencia como primer entrenador en un banquillo profesional, pero debido a su experiencia como futbolista y a su trayectoria como segundo de Laudrup puede desenvolverse con tranquilidad.

 Recordemos que este año el objetivo del Mallorca no es otro que lograr la permanencia, por lo que la exigencia no es tan grande como la de un equipo con objetivos europeos.

Además, siempre hay una primera vez.