Los tiempos que corren no son fáciles para muchos clubes deportivos, para el Club Deportivo Tenerife no iba a ser menos. Los canarios han descendido recientemente a la 2ºB, enfrentándose a una descomposición casi total, lo que le ha llevado a presentar un ERE. Además, debido a las denuncias de varios jugadores el equipo tinerfeño puede sufrir un descenso administrativo a 3º. Sin embargo, el CD TENERIFE fue un equipo grande, que plantaba cara a cualquier conjunto, tanto español como europeo, y esos momentos son los que un aficionado tiene que recordar para mantener la fe. Rememoremos la etapa de Jupp Heynckes en el banquillo blanquiazul.
Heynckes llegaría a la isla en verano de 1995, como sustituto de Vicente Cantatore. Al técnico alemán le alababan las Bundesligas y las supercopas alemanas logradas con el Bayern de Münich, además en España tuvo una experiencia con el Athletic de Bilbao en las temporadas 92-93 y 93-94 , consiguiendo la participación para los vascos en la Copa de la UEFA en su último año. Su trabajo con los rojiblancos eran lo que esperaban los dirigentes del Tenerife que repitiera en la isla, clasificar al equipo en competición europea, lo que no se conseguía desde la 92-93.
No hubo que esperar para volver a disputar la Copa de la UEFA. En la temporada 1995-1996 los insulares quedarían 5º (tras una brillante segunda vuelta), 2 puntos por encima del Real Madrid. El EuroTete volvía por todo lo alto.
Para la temporada siguiente habría que disputar 3 competiciones, liga, Copa y UEFA, por lo que la plantilla tendría que ser amplia y competitiva. No obstante hubo salidas no esperadas, como la del pichichi Pizzi o el lateral Aguilera. Esta fuga se intentó contrarrestar con adquisiciones importantes como las de Kodro, procedente del Barcelona, un prometedor Oliver Neuville o la estrella chilena Francisco Ulises Rojas.
El once tipo de Heynckes en su segunda campaña como entrenador de los canarios estaba plagado de jugadores talentosos y ofensivos, quedando dibujado de la siguiente manera:
La Copa de la UEFA fue la competición en la que el Tenerife se centraría más durante la campaña con el objetivo de volver a lucir su nombre por el viejo continente. Entrarían en el torneo en tercera ronda, enfrentándose al Maccabi de Tel Aviv, a los que sufrieron para dejar en el camino, con un global de 4-3.
En 16º, el 29 de octubre de 1996, se viviría la que, quizá, sea la noche más memorable del club del callejón del Combate. Tras perder 1-0 en el Olímpico de Roma contra la Lazio de Pavel Nedved o Nesta, el estadio de Santa Cruz de Tenerife se llenaría para alentar a los suyos. Sin embargo, los ánimos se enfriarían con el primer gol de Nedved, por lo que el Tete tenía que meter 3 tantos para pasar la eliminatoria. Entonces Nesta ponía el empate a 1 al marcar en su propia portería y, poco después, Kodro ponía por delante a los locales. Los minutos pasaban y el Tenerife necesitaba un gol, hasta que Fuser volvía a empatar para los italianos. Parecía imposible que los canarios consiguieran la hazaña, pero un cabezazo de Juanele antes del descanso devolvería la ilusión al estadio. Al volver de vestuarios los celestes, con un tanto de Casiraghi matarían la eliminatoria, al menos ellos se veían capaces de evitar dos tantos blanquiazules. No obstante, prácticamente después del empate Jokanovic devolvía la esperanza a la isla que vería como su equipo se clasificaba para octavos gracias a un gol de Juanele. Así, la Lazio, uno de los más grandes equipos del rudo Calcio recibiría 5 goles y se vería aupada de la competición continental.
Los octavos depararon un cruce con los holandeses del Feyenoord. Un empate a nada en Santa Cruz dejaría todo por decidir en Rotterdam, donde el Tenerife ganó 2-4, pasando por vez primera a cuartos.
El Brondby danés sería el siguiente rival. En el Heliodoro los locales sufrirían una derrota por le mínima, pero remontaron en Dinamarca con 0-2 (el último gol sería un cañonazo histórico de libre directo de Juan Mata), por lo que disputarían las semifinales.
El Schalke 04, que había eliminado en la ronda anterior al Valencia, era la única piedra en el camino de los chicharreros para llegar a la soñada final europea. En el Heliodoro el Tenerife vence por un ajustado 1-0. Con la ilusión por bandera la expedición blanquiazul llegaba a la Alemania de Heynckes para intentar certificar el pase. Los 90 minutos reglamentarios finalizaron con 1-0 para los alemanes, por lo que habría que recurrir al tiempo extra. En la prórroga subió al marcador un tanto en posición ilegal para el Schalke, en consecuencia, el Tenerife diría adiós a su sueño, pero con la cabeza bien alta. Finalmente, los de Genselkirchen levantarían la copa contra el Inter de Milán.
Respecto a la liga, los de Heynckes no fueron capaces de mantener el nivel mostrado la temporada anterior por el exceso de partidos. Por ello, sólo pudieron ser 9º manteniéndose en la mitad de la tabla durante la mayor parte del campeonato.
En Copa del Rey la participación de los blanquiazules pasaría desapercibida, al caer eliminados en 16º por el Betis, finalizando la eliminatoria con un global de 5-0.
Debido a la gran gestión deportiva del manager alemán con los tinerfeños el Real Madrid se hizo con sus servicios.
Hay que hacer especial mención al principal culpable de aquella magnífica situación del CD Tenerife, el presidente Jose Javier Pérez y Pérez. Fue máximo dirigente de 1986 hasta 2002, lo que incluye los ascensos de 2ºB a Primera y, por consiguiente, las dos participaciones en la Copa de la UEFA.
Ahora los chicharreros mantienen la fe puesta en que el club de sus amores resurja de sus cenizas y volver a vivir las grandes noches de gloria en el Heliodoro Rodríguez López.
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