Agüero, Nasri, Clichy, tres grandes jugadores que han llegado este verano para dar un último salto de calidad a la plantilla del Manchester City, que ya alcanza la excelencia. Desde la llegada del jeque Sheikh Mansour en septiembre de 2008, se ha intentado construir un equipo que estuviera entre los grandes de la Premier, recurriendo a la contratación de grandes estrellas. No obstante, primero Mark Hughes y después Roberto Mancini no han conseguido que esta amalgama de cracks culminara un buen trabajo.
Este año la cosa está cambiando, tras plantar cara en la Community Shield al Manchester United, han comenzado la Premier con 3 victorias en 3 partidos, 13 goles a favor y 3 en contra, además, son líderes junto a sus vecinos del ManU.
Sin embargo, esos 4,3 goles por partido son, principalmente, culpa de Edin Dzeko.

Para la 2011-2012, Roberto Mancini ha tenido que confiar en Dzeko para formar su delantera en el inicio de la Premier, aunque parecía que no iba a tener hueco en el once titular. No obstante, aprovechó su ocasión, perforando la portería hasta 6 veces en los primeros 3 encuentros, destrozando al Tottenham el domingo con 4 goles, quitando el protagonismo de la jornada a Cristiano Ronaldo y llamando la atención del Real Madrid, que busca el delantero deseado por Mourinho. Con todo, se ha convertido en el fichaje estrella del verano.
Casi la mitad de los goles de su equipo los ha marcado este gigantón que ha provocado que muchos analistas del fútbol y seguidores del City clamen por la salida del descontento Tévez, pues consideran que el gol está asegurado y que Dzeko, de 25 años, luchará por ser el máximo goleador de la liga inglesa esta temporada y muchas más.
Mancini no sólo ha acumulado a los futbolistas idóneos y ha encontrado un estilo de juego vistoso y efectivo, sino que ha encontrado a su goleador.
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