El fútbol es un deporte extraordinario, a todos nos gusta disfrutar de un buen partido, pero fuera de los terrenos de juego este deporte también nos deja muchas historias, curiosidades y experiencias que vale la pena recordar. Un ejemplo de ello es la del bueno de Makukula.
Maku comenzó su carrera profesional en el Vitoria Sport Clube, tras una gran temporada llega a España con el Salamanca, que también lo cedió al Leganés. El Nantes se hizo con sus derechos pero el delantero congoleño-portugués no consiguió adaptarse a Francia por lo que el Nantes decide cederlo al Valladolid. Makukula no quiere volver a Francia y escucha ofertas, de todas ellas acepta la del Sevilla, donde comienza su agradecimiento hacia Del Nido, presidente hispalense, que lo había devuelto al país donde más a gusto se había sentido.
La primera campaña como sevillista (2004-2005) no puede disputar la mayoría de partidos por las lesiones. De hecho, una nueva lesión no le dejaría participar en toda la temporada, a pesar de ello, Jose María Del Nido le renueva y le inscribe en las competiciones del año (2005-2006) esperando una pronta recuperación y mostrando su confianza en el delantero. Por ello, Makukula figura como uno de los campeones de la Copa de la UEFA 2006 que levantaron los de nervión.
Debido a todo el agradecimiento que Makukula guardaba a Del Nido aprovechó el nacimiento de su hijo el 1 de junio de 2006 para mostrarle al presidente su aprecio. ¿Cómo?, pues llamando al recién nacido Ariza JM Del Nido Makukula. Algunos lo califican como una locura y otros, en minoría, creen que deberían de haber más gestos como el de Maku.
Jose María Del Nido, al enterarse de los hechos declaró: "Me enteré por la prensa, se lo agradezco porque parece que su agradecimiento hacia el Sevilla y la persona de su presidente es grande. Creo que ha ido demasiado lejos, pero respeto su criterio y seguro que le traerá fortuna, porque a mi desde luego la vida me la ha dado’’.
Pero… ¿Y la madre? Nunca supimos que pensaba. Sin embargo, el pequeño Del Nido cuenta ya con 5 años y ya podría opinar sobre la cordura de su padre.
Después de sólo 19 encuentros y 3 goles con el conjunto andaluz, lo que Makukula no sabía es que no volvería a vestir la camiseta del Sevilla, pues sería cedido al Nástic, luego al Marítimo y, finalmente, vendido al Benfica. Hoy día, nuestro amigo Maku, que nos dejó más noticias fuera que dentro del terreno de juego, sigue marcando goles con el Manisaspor turco.
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